martes, 29 de octubre de 2013

¿Qué me ha aportado la lectura del libro "Mal de escuela"?

Al comenzar el libro pensé que no me iba a gustar, tal vez como pasa con muchos libros, pero debo decir que al acabarlo he aprendido mucho sobre cuestiones de la escuela y me ha hecho reflexionar sobre muchos y diversos asuntos relacionados con esta institución.

Durante la lectura, uno de los párrafos que me llamo la atención y que ahora recuerdo y por eso lo cito en esta entrada es el siguiente:
              
           "-No puedo prescindir de pasar lista, sobre todo por la mañana- Me explica otra profesora, de mates esta vez-, aunque tenga prisa. Recitar una lista de nombres como si contaras ovejas, no es posible. Llamo a mis bribones mirándoles, les recibo, les nombro uno a uno, y escucho su respuesta. A fin de cuentas, la lista es el único momento del día en que el profesor tiene la ocasión de dirigirse a cada uno de sus alumnos, aunque solo sea pronunciando su nombre. Un mínimo segundo en el que el alumno debe sentir que existe para mí, él y no otro. Por mi parte, procuro captar tanto como puedo su humor del momento por el sonido que su <<presente>> hace. Si su voz suena quebrada, eventualmente habrá que tenerlo en cuenta.
            La importancia de pasar lista..."

Al igual que piensa esta profesora de mates, el hecho de que el alumno sienta una cierta cercanía, conexión, contacto o como queramos llamarle con el profesor es totalmente positivo. En este momento ningún alumno es tratado de diferente modo que a sus compañeros, todos los alumnos reciben el mismo tiempo de atención que los demás, sin diferenciarlos. Recuerdo que un profesor de mi antiguo instituto hacia exactamente lo mismo que esta profesora, incluso a veces preguntaba algo mas a algunos alumnos, como por ejemplo: ¿Todo bien Víctor?, no se lo preguntaba a todos el mismo día pero no se como conseguía memorizar a quien no había preguntado todavía pero ningún día repetía alumno, de modo que todos al final del curso nos sentíamos tratados de igual manera.

En mi opinión muchos profesores deberían aprender a hacer estas cosas, a tratar a los alumnos como personas y no simplemente como nombres ordenados alfabéticamente o incluso simplemente como números de una enumeración. Puede que sea casualidad pero tanto el clima en clase y los resultados de esa asignatura eran en general mejores que en los de otras asignaturas.

Otro asunto tratado en el libro que he aprendido sobre el y que antes ni me lo había planteado es el diferente trato que se merecen los alumnos que intentan hacer algo (de verdad lo intentan)y no lo consiguen y aquellos que simplemente ni lo intentan, ni se esfuerzan lo más mínimo. Curiosamente estos dos tipos de alumnos al contestar incorrectamente una pregunta terminan recibiendo la misma nota, un 0. Pero,¿ Podemos estar de acuerdo en que una persona que no se preocupa lo más mínimo por intentar responder a una pregunta correctamente se merece la misma nota que otra que lo ha intentado de todas las maneras pero por algún motivo no lo consigue? Claramente no, a la persona que lo intenta se le debe motivar, ayudar y de alguna manera diferenciarlo de aquel que no lo intenta porque debe de ser frustrante tener la misma nota (un cero) que aquel q se sabe que no hace nada por no tener esa nota. Desde el otro punto de vista, aquel alumno vago y desinteresado estará orgulloso de tener la misma nota sin hacer absolutamente nada que aquella persona que ha invertido cierto tiempo de su vida, cierta energía y ciertas ganas en intentar conseguir una tarea.
Esto sin duda será una cosa que cuando sea profesor tendré en cuenta, premiaré el esfuerzo más que los resultados y castigaré contundentemente la vagancia y el pasotismo.

El libro me ha aportado muchos más conocimientos que iré poniendo en diferentes entradas.

Respecto a la prueba de lectura, me parece que tal vez haya sido un poco breve, puede que una persona que se lo haya leído falle simplemente una pregunta y se le considere como no leído mientras que otra que no se lo haya leído utilizando la lotería el examen salga aprobado, yo espero haber aprobado ya que he invertido ganas, tiempo e interés en este libro. Mi propuesta para próximos exámenes es utilizar el mismo método ( preguntas de verdadero y falso) pero más numerosas, con a intención de favorecer a las personas que si que hayan leído el libro y ponérselo más difícil a los tramposos.

2 comentarios:

  1. Excelente post. Interesante, rico, personal. Discrepo en algo: castigar contundentemente la vagancia y el pasotismo no los redime. Premiarlos y "pasar" de ellos, evidentemente tampoco. Intentar comprenderlos, y hacer algo a partir de esa comprensión, quizá sí.
    Es una lástima que tu blog no tenga más visibilidad. Consejo: comenta en los blogs de tus compañeros (cuando lo estimes oportuno) y deja tu dirección en los comentarios. ASí más gente se beneficiará de leer tus entradas y se animará a enriquecerlas con su participación.

    ResponderEliminar
  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo que discrepas, no es tarea fácil para un profesor comprender a todos y cada uno de los alumnos pero se debe intentar, sobretodo con aquellos que se nota que lo necesitan más que el resto, eso si, sin olvidar a los demás. Gracias por tu aportación Víctor.

    ResponderEliminar